NUESTRA IDENTIDAD
ESPIRITUALIDAD
DOMINICANA
El Colegio de
Santo Tomás de Aquino es una obra del Convento del Santísimo Rosario de Lima la
cual pertenece a la Provincia de San Juan Bautista del Perú, esta provincia fue
fundada en el Perú por los frailes dominicos. La Bula de creación fue expedida
por el Papa Paulo III el 23 de diciembre de 1539; y el 4 de enero de 1540, el
Maestro de la Orden, Fr. Agustín Recuperato de Favencia firmaba en Roma las
patentes de la nueva Provincia dominicana de San Juan Bautista. Fue el 24 de
junio de dicho año que los religiosos iniciaron la evangelización del Perú,
fundando entre los primeros Conventos e Iglesia de Santo Domingo de Yungay en
el norte chico del Perú, el 4 de agosto del año 1540.
El actual
Prior de la Provincia dominica de San Juan Bautista es Fr. Rómulo Vásquez
Gavidia, quien fue elegido para reemplazar a Fr. Juan José Salaverry Villarreal
en el año 2018.
Al hablar
de la espiritualidad dominicana, es decir, de nuestro modo de relacionamos con
Dios y de nuestra forma de vida, se suele hacer referencia a los cuatro pilares
que comparte toda la Familia Dominicana: la oración, la comunidad, el estudio y
la predicación. Pero también existen otros elementos que son característicos de
alguna u otra de las ramas que conforman la Familia: la mendicancia, docencia
en Sagrada Teología, la itinerancia, el sistema de gobierno democrático y la
pluralidad, la educación, la oración contemplativa...
Todos estos
elementos, de cierta manera, muestran cómo seguimos a Jesucristo según el
estilo que nació con santo Domingo y que fue desarrollado por sus hermanos y
hermanas en la Orden de Predicadores.
SANTO DOMINGO DE GUZMÁN
Domingo de Guzmán Fundador de la Orden de
Predicadores, dejó un testamento de paz, como herederos de lo que fue la pasión
de su vida: vivir con Cristo y aprender de Él la vida apostólica. Configurarse
con Cristo, esa fue la santidad de Domingo: su ardiente deseo que la Luz de
Cristo brillara para todos los hombres, su compasión por un mundo sufriente
llamado a nacer a su verdadera vida, su celo en servir a una Iglesia que
ensanchara su tienda hasta alcanzar las dimensiones del mundo.
Nacimiento
Nació en Caleruega (Burgos) en 1170, en el
seno de una familia profundamente creyente y muy encumbrada. Sus padres, don
Félix de Guzmán y doña Juana de Aza, parientes de reyes castellanos y de León,
Aragón, Navarra y Portugal, descendían de los condes-fundadores de Castilla.
Tuvo dos hermanos, Antonio y Manés.
Educación
Durante siete años fue educado por su tío
el Arcipreste don Gonzalo de Aza, hasta los catorce años en que fue a vivir a
Palencia: seis cursos estudiando Artes (Humanidades superiores y Filosofía);
cuatro, Teología; y otros cuatro como profesor del Estudio General de Palencia.
Al terminar la carrera de Artes en 1190, recibida la tonsura, se hizo Canónigo
Regular en la Catedral de Osma. Fue en el año 1191, ya en Palencia, cuando en
un rasgo de caridad heroica vende sus libros, para aliviar a los pobres del
hambre que asolaba España.
Al finalizar sus cuatro cursos de docencia
y Magisterio universitario, con veintiocho años de edad, se recogió en su
Cabildo, en el que enseguida, por sus relevantes cualidades intelectuales y
morales, el Obispo le encomienda la presidencia de la comunidad de canónigos y
del gobierno de la diócesis en calidad de Vicario General de la misma.
Misión en el Langüedoc
En 1205, por encargo del Rey Alfonso VIII
de Castilla, acompaña al Obispo de Osma, Diego, como embajador extraordinario
para concertar en la corte danesa las bodas del príncipe Fernando. Con este
motivo, tuvo que hacer nuevos viajes, y en sus idas y venidas a través de
Francia, conoció los estragos que en las almas producía la herejía albigense.
De acuerdo con el Papa Inocencio III, en 1206, al terminar las embajadas, se
estableció en el Langüedoc como predicador de la verdad entre los cátaros.
Rehúsa a los obispados de Conserans, Béziers y Comminges, para los que había
sido elegido canónicamente.
El origen de la Orden de Predicadores
Para remediar los males que la ignorancia
religiosa producía en la sociedad, en 1215 establece en Tolosa la primera casa
de su Orden de Predicadores, cedida a Domingo por Pedro Sella, quien con Tomás
de Tolosa se asocia a su obra. En 1215 asiste al Concilio de Letrán donde
solicita la aprobación de su Orden. Será un año después, el 22 de Diciembre de
1216, cuando reciba del Papa Honorio III la Bula “Religiosam Vitam” por la que
confirma la Orden de Frailes Predicadores.
Al año siguiente retorna a Francia y en el
mes de Agosto dispersa a sus frailes, enviando cuatro a España y tres a París,
decidiendo marchar él a Roma. Meses después enviará los primeros Frailes a
Bolonia.
Últimos años
En la Fiesta de Pentecostés de 1220 asiste
al primer Capítulo General de la Orden, celebrado en Bolonia. En él se redactan
la segunda parte de las Constituciones. Un año después, en el siguiente
Capítulo celebrado también en Bolonia, acordará la creación de ocho Provincias.
Con su Orden perfectamente estructurada y
más de sesenta comunidades en funcionamiento, agotado físicamente, tras breve
enfermedad, murió el 6 de agosto de 1221, a los cincuenta y un años de edad, en
el convento de Bolonia, donde sus restos permanecen sepultados. En 1234, su
gran amigo y admirador, el Papa Gregorio IX, lo canonizó.


